Hoy se nos fue otro gran colega y amigo: Wilfried Wömpner XQ7GEE. Un Giro Sintornillos, sabía muchísimo de todo, muy entusiasta e ingenioso; si no sabía cómo hacer algo, investigaba o inventaba.
Fue amigo y socio del RC Provincial Osorno (una leyenda dice que llegó a ser electo presidente del directorio cuando aún no era socio); más tarde, socio y presidente de RC Provincial Llanquihue y RC Puerto Varas; también fue socio del RC de Chile y corresponsal de la histórica Posta Radial; además, siempre un activo colaborador en comisiones locales y regionales de emergencia.
Era una de aquellas personas a quienes consultábamos cuando teníamos alguna inquietud tecnológica, porque siempre estaba a la vanguardia.
A comienzos de los años 1970, cuando la TV recién llegaba a Osorno, fue él quien instaló la antena exterior en nuestra casa.
También fue él quien primero ofreció revelado de fotografías en color en esta ciudad (viajaba semanalmente a Bariloche a revelar las fotos y a su regreso las entregaba a sus clientes en la fecha acordada).
Hace tiempo supe que fue también uno de los primeros "cineastas" de cine-artesanal en la zona, realizando interesantes cortometrajes con sus compinches Jorge CE6BXD y, si no me equivoco, Raúl García "Ragapi".
A fines de los 1980 trajo al sur de Chile las primeras interfaces y los primeros computadores especializados para Radioaficionados (¿recuerdan aquellos aparatos "ROBOT"?); se conectó a bases de datos europeas vía módem telefónico cuando aún no conocíamos Internet; practicó radio-packet, RTTY, SSTV y otros digimodos antes que cualquiera en el sur; fue de los primeros en instalar antenas parabólicas para recepción de TV.
Su estación del servicio de aficionados por satélite con seguimiento automatizado fue una de las primeras en el país.
En 1992, en un proyecto conjunto con colegas de Valdivia y Temuco, trajo al sur la Internet para Radioaficionados.
Si llegábamos a su taller con algún problema o una consulta técnica, dejaba lo demás a un lado y se dedicaba a resolver lo nuestro. "¡Ha!" exclamaba, y ponía manos a la obra, mientras nos comentaba las últimas novedades tecnológicas.
Las consecuencias de su entusiasmo en algunos proyectos a veces acarreaban la crítica de quienes discrepaban de sus ideas, pero él siempre tuvo las mejores intenciones y muy buena voluntad para colaborar en todo lo que hiciera falta.
Me ayudó a reparar mi primer HF (un TS-130S), en 1983; también a descubrir una falla en el primer PC que armé por mi cuenta, en 1997.
Pasé muchas tardes en su taller y en su casa, con él y con su familia.
Gracias, Wilfried, por todo. Como otro buen amigo dijo hoy más temprano, ahora estarás haciendo inventos nuevos en el cielo.
Se te echará de menos por acá.
73 y hasta siempre.
Marcelo XQ6BQ - W6EUH